El sueño del Nanga Parbat para Vivancos y Saldaña tendrá que esperar

La Expedición Granadina Nanga Parbat 2016 se ha visto obligada a desistir del intento de hacer cumbre. Una vez en el Campo 2, a 6.200 metros, Fernando Fernández-Vivancos y Pepe Saldaña han tenido que decidir detener su ascensión y ya se encuentran en el Campo Base para cerrarlo e iniciar el regreso a Granada. Una aventura de casi dos meses en la que ilusión se ha hecho añicos por diferentes motivos.
Fernando ha anunciado a la Federación Andaluza de Montañismo la decisión y tras esperar la llegada al Campo Base del también alpinista español Ferrán Latorre comenzarán el descenso definitivo. "Estamos bien, pero muy tristes y desilusionados por no haber podido cumplir la cima que nos habíamos propuesto. Era imposible, y no nos ha quedado otra decisión que la que hemos tomado. Lo contrario era un auténtico riesgo".
Todo fue bien, salvo las inclemencias meteorológicas, hasta ese punto. Fernando y Pepe se mantenían con la misma ilusión del primer día hasta llegar al Campo 2. Pero allí se encontraron con unas condiciones muy duras, con mucho hielo y continuas caídas de piedra, que incluso obligó a una expedición coreana que también se encontraba allí a retirarse después de lesionarse una de sus alpinistas. Esa expedición y otra china ya iniciaron su regreso esta mañana. Allí se quedaron solos Fernando y Pepe esperando a Ferrán. "Pepe y yo la llave del Campo Base. Nosotros la abrimos, y nosotros la cerraremos", dice algo apesadumbrado Fernando.
"Vaya montaña, vaya condiciones y vaya año. No nos ha dejado respiro ni a una hora del Campo Base. Hemos gastado todas las 'vidas' que teníamos en nuestras mochilas. Llegamos al Campo 2, pero al Campo 3 está todo con hielo, sin equipar, sin aclimatar y con todo el peso. Si nos hubiera dado algo de altura ... nos quedamos en el monte", explicaban ayer Pepe y Fernando. "Cuando estábamos en el muro una piedra le ha dado a una alpinista china y ... Íbamos con cuatro sherpas a equipar al Campo 3 cuerda para iniciar la cumbre. Pero intentarlo sin la retirada cubierta y sin aclimatar era demasiado arriesgado, por no decir un suicidio", aseguraba Fernando.
"Os damos las gracias por vuestros apoyos. Nos duele en el alma no poder haber dado una alegría al montañismo andaluz. Hemos arriesgado y luchado hasta el final", concluye Fernando, quien con Pepe tienen previsto el inicio de regreso a Granada este próximo 2 de agosto.